domingo, 21 de abril de 2013

Dime de qué presumes...

Habiendo llegado a ese estado de la vida de pobre pecador en que el pelo ya es canoso y la memoria distraída, me dispongo a dejar constancia en este blog de los hechos sorprendentes e inexplicables, que me fue dado presenciar a través de diferentes foros que se dicen de videojuegos... cuando mis alforjas estaban repletas del ánimo combativo que hoy ya empieza a flaquear y a ser sustituido por otro más reflexivo y propio de la madurez, a la que incluso los jugadores de videojuegos acaban llegando alguna vez.
Que Miyamoto me conceda sabidurida para dar testimonio de lo acontecido en tales recónditos lugares, que parecen habitar totalmente al margen de la cordura, la sensatez y los acontecimientos reales que suceden en nuestro mundo terrenal.

Corría el año de nuestro señor 2004, cuando ese destello de memoria que suele quedar como representeción simbólica de una etapa, evoca nitidamente que ser llamado J4rD en un foro de videojuegos era el peor de los insultos... No niego que me resultó inverosímil desde un primer momento... De hecho me era imposible comprenderlo en sentido literal, siempre imaginaba que llamar "Hard" a alguien, iba en el sentido de que él se creía tal pero que en realidad no lo era y de ahí el desprecio. Sin embargo, al final acabé comprendiendo que no era ningún tipo de sarcasmo, que realmente saber jugar era condenable en un foro de videojuegos por el grueso de la mayoría.

En los últimos días, he tenido constancia de que casi una década más tarde la tendencia se ha invertido completamente. Me dicen que en la actualidad el foro de Meristation, donde tantas veces se utilizó el término para desprestigiar paradójicamente al que usaba los juegos para jugar, es ahora la condición generalizada que en claro contraste se ha establecido como lo socialmente aceptable y lo políticamente correcto.
Ahora las mayorías presumen de tener éxito en sus juegos, de ser mejores al resto, de superar sus marcas, de exigir que los videojuegos supongan un reto y de utilizar los niveles de dificultad más elevados, que a veces incluso llegan a encontrar insuficientes.

Imagino que algún lector de estas procelosas lineas considerará que se trata de un cambio positivo... pero solo lo es en apariencia. Ya que detrás de tanta presunción no existe, en la mayor parte de los casos, otra cosa que exactamente la misma tipología casualoide de toda la vida. Los mismos nenes del usar y tirar que se dedican a destripar el argumento y dan el juego por finalizado; solo que ahora, más trasnochados y taciturnos, pretenden marcar un factor diferencial con los recién llegados actuales y no se les ha ocurrido otra cosa mejor que ocupar de boquilla el rol de los verdaderos jugadores, que si acaso se le pasó a alguno de ellos por la cabeza registrarse en esos antros virtuales, debió salir vomitando al primer vistazo para no volver ni de pasada. Así que el cambio es literalmente a peor, porque los de antes eran casuales pero eran sinceros. Ahora son los mismos de siempre y con exactamente las mismas costumbres abstrusas, pero yendo de lo que no son y presumiendo de lo que, ni tienen ahora, ni tuvieron nunca, ni tendrán jamás.

Se me abren las carnes contemplando a estos quieroynopuedos hablando de lo abiertos que están al retro, porque no descartan empezar la semana que viene incluso con Super Metroid... pero ni se les pasa por el cabeso jugar el primero de Nes y el segundo de GameBoy, a pesar de que tienen gran conexión en el plano que ellos más valoran: el argumental (tal vez el único que conocen).
Pero pregúntales la semana que viene y verás como ni el Metroid 3 han empezado... Y si rascas un poquito, ni de retro, ni de moderno, ni de nada de nada de nada. Muchos incluso dejaron de consumir videojuegos hace ya algunos años pero siguen enganchados a los foros por algún afán incomprensible, otros no han pasado de conocer lo mismo que el primero que puedas parar por la calle te diría. Son en definitiva una fauna que sobrevive gracias a la última búsqueda de Google. Si alguien quiere sorprenderse o carcajearse, le recomiendo que entre a un foro de videojuegos y al primero que hable de un videojuego que siempre presumen de conocer con escrupulosa exhaustividad, le proponga una pregunta que vaya del ecuador del juego en adelante, o incluso una pregunta cualquiera... vereis como enseguida la excusa tiene vínculos con una amnesia inexplicable, en alguien que inmediatamente antes aseguraba conocerlo como la palma de su mano o mejor. Así es como son.

Eso sí, esta actividad tan sumamente lúdica equivaldrá a la expulsión definitva del entorno, porque tal y como se están repartiendo las cartas y precisamente por la razón que hablamos, hacer preguntas en un foro de videojuegos mayoritario es actualmente la peor de las ofensas posibles. Ya que es la forma más inofensiva posible, pero también la más elocuente de retratar todas sus miserias.

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