Corría el año 1986, época en la que un joven propietario de Spectrum con escasa asignación semanal, buscaba una buena oferta para satisfacer su adicción al videojuego.
En tiempos de los históricos precios de 875 y 1200 pts, en un rinconcito elevado de las estanterías de Galerías Preciados, existía un linea de modestos juegos de segunda fila bajo el sello de System4, al módico precio de 375 pts.
A la sombra de los míticos Manic Miner y especialmente Jet Set Willy, sobre cuyo código fue diseñado, Henry's Hoard nos ofrece un trayecto tipicamente arcadiano, un recorrido a superar con un objetivo concreto y una serie de objetivos secundarios en forma de tesoro, 200 según las instrucciones, repartidos en cada pantalla esperando ser recogidos.
Teniendo en cuenta la dificultad natural de la época, alcanzar el final del recorrido ya sería un logro considerable, pero la forma de culminarlo completo consiste en situar el marcador a 200.
La compañía británica Alternative Software, en su portada autóctona presentaban a un duende amigable, casi navideño. Aunque previsiblemente más en concordancia con el planteamiento original.
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En la versión Española, System4 cambió la portada por un duende uraño. Creo que no fantaseo en exceso si digo que siempre he visto en esta portada un interés manifiesto de asemejarse a Gauntlet. Otro histórico que triunfaba por entonces en salas recreativas y en los sistemas domésticos.
Un fantasma, un demonio rojo y un ghoul con un garrote, eran precisamente los enemigos habituales de Gauntlet, el tesoro, el suelo de baldosas de una mazmorra y el protagonista con armadura y hacha. En estas cajas que iban sin screenshot visible, saltaba a la vista numerosas veces la intención de los distribuidores de asociarse a clichés que la gente viera con simpatía. En aquel tiempo lo más adecuado en ese sentido eran las máquinas recreativas.
La situación recreada en la portada jamás se da en el interior del juego. Henry no se defiende con armas, ni lucha, ni ataca. Como ya he dicho, se trata de un plataformas al más puro estilo Jet Set Willy, las únicas opciones disponibles son caminar a izquierda y derecha y saltar. Lo que no le impide resultar interesante, jugable y adictivo, al menos para mí lo fue entonces y lo sigue siendo ahora.
Por eso, para esas personas que se vanaglorian de no encontrar retos a su altura en los juegos actuales, que nada les impide concluir todo lo que cae en sus manos, o para esos que se jactan de ser "jugadores-retro" y que aseguran que no les echan para atrás las limitaciones técnicas. Yo les propongo algo tan simple como descargar un emulador de ZX Spectrum y la "rom" de Henry's Hoard, que son perfectamente legales y gratuítos.
Como reza la leyenda al principio del juego, al llegar a la pantalla 18, subtitulada como "Little Spadgers", todas las vidas son restauradas. Esta pantalla es perfectamente asequible, se encuentra cuatro pantallas a la izquierda, al salir definitivamente por la parte superior de la cueva.
En total existen cuatro pantallas de restauración completa de todas las vidas, que son el respiro necesario para alcanzar el final. Eso sí, previo paso de memorizar todo el recorrido del juego, como mandan los cánones.
En tiempos de los históricos precios de 875 y 1200 pts, en un rinconcito elevado de las estanterías de Galerías Preciados, existía un linea de modestos juegos de segunda fila bajo el sello de System4, al módico precio de 375 pts.
A la sombra de los míticos Manic Miner y especialmente Jet Set Willy, sobre cuyo código fue diseñado, Henry's Hoard nos ofrece un trayecto tipicamente arcadiano, un recorrido a superar con un objetivo concreto y una serie de objetivos secundarios en forma de tesoro, 200 según las instrucciones, repartidos en cada pantalla esperando ser recogidos.
Teniendo en cuenta la dificultad natural de la época, alcanzar el final del recorrido ya sería un logro considerable, pero la forma de culminarlo completo consiste en situar el marcador a 200.
La compañía británica Alternative Software, en su portada autóctona presentaban a un duende amigable, casi navideño. Aunque previsiblemente más en concordancia con el planteamiento original.
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En la versión Española, System4 cambió la portada por un duende uraño. Creo que no fantaseo en exceso si digo que siempre he visto en esta portada un interés manifiesto de asemejarse a Gauntlet. Otro histórico que triunfaba por entonces en salas recreativas y en los sistemas domésticos.
Un fantasma, un demonio rojo y un ghoul con un garrote, eran precisamente los enemigos habituales de Gauntlet, el tesoro, el suelo de baldosas de una mazmorra y el protagonista con armadura y hacha. En estas cajas que iban sin screenshot visible, saltaba a la vista numerosas veces la intención de los distribuidores de asociarse a clichés que la gente viera con simpatía. En aquel tiempo lo más adecuado en ese sentido eran las máquinas recreativas.
La situación recreada en la portada jamás se da en el interior del juego. Henry no se defiende con armas, ni lucha, ni ataca. Como ya he dicho, se trata de un plataformas al más puro estilo Jet Set Willy, las únicas opciones disponibles son caminar a izquierda y derecha y saltar. Lo que no le impide resultar interesante, jugable y adictivo, al menos para mí lo fue entonces y lo sigue siendo ahora.
Por eso, para esas personas que se vanaglorian de no encontrar retos a su altura en los juegos actuales, que nada les impide concluir todo lo que cae en sus manos, o para esos que se jactan de ser "jugadores-retro" y que aseguran que no les echan para atrás las limitaciones técnicas. Yo les propongo algo tan simple como descargar un emulador de ZX Spectrum y la "rom" de Henry's Hoard, que son perfectamente legales y gratuítos.
Como reza la leyenda al principio del juego, al llegar a la pantalla 18, subtitulada como "Little Spadgers", todas las vidas son restauradas. Esta pantalla es perfectamente asequible, se encuentra cuatro pantallas a la izquierda, al salir definitivamente por la parte superior de la cueva.
En total existen cuatro pantallas de restauración completa de todas las vidas, que son el respiro necesario para alcanzar el final. Eso sí, previo paso de memorizar todo el recorrido del juego, como mandan los cánones.
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