Me imagino que a estas alturas no hace falta que explique que el vídeo completo de Super Mario Bros no llegó jamás de los jamases, aunque Sorrimus aseguró que ya lo tenía grabado. El troll cayó en lo que suelen caer todos los casuales que ven un vídeo de alguien que sabe jugar; pensar que hacer eso es muy fácil. Llegó a creer que le bastaba ponerse o practicar un mínimo, intentó el mundo 1, pasó vergüenza y comprendió finalmente que su nivel de dominio no daba para afrontar el mundo 2, y mucho menos el resto.
Viva Nintendo sobre todas las cosas... pero de Mario ni zorra.
En este momento que relatamos, el troll ya estaba completamente desenmascarado como un tramposo que presume de todo, no sabe nada y acorralado opta por hacer trampas descaradamente.
En su modus operandi hay un momento en que su soberbia y su ignorancia lo lleva a superar todos los límites del surrealismo, a ser plenamente consciente de que sabe y sabemos que está mintiendo conscientemente. Cuando llega a ese punto tan exagerado, sorpresivamente lo resuelve admitiendo que miente por el placer de ser un troll.
Pero esto dura milésimas. Al minuto siguiente, vuelve completamente al punto de partida y a fingir lo mismo de siempre, sin asumir la derrota, sin hacer propósito de enmienda y tratando de olvidar y negar el momento en el que ha sido escandalosamente desenmascarado. Se pone entonces a tirar de cinismo, a fingir que no recuerda sus peores momentos, y en ese momento sus respuestas son la definición exacta del paroxismo.
Al final, no tuve paciencia para esperar un vídeo que era evidente que no existía y por eso publiqué yo el mío. Éste es el vídeo de Super Mario de principio a fin, que es el único que vais a poder ver en este desafío.
Viva Nintendo sobre todas las cosas... pero de Mario ni zorra.
En este momento que relatamos, el troll ya estaba completamente desenmascarado como un tramposo que presume de todo, no sabe nada y acorralado opta por hacer trampas descaradamente.
En su modus operandi hay un momento en que su soberbia y su ignorancia lo lleva a superar todos los límites del surrealismo, a ser plenamente consciente de que sabe y sabemos que está mintiendo conscientemente. Cuando llega a ese punto tan exagerado, sorpresivamente lo resuelve admitiendo que miente por el placer de ser un troll.
Pero esto dura milésimas. Al minuto siguiente, vuelve completamente al punto de partida y a fingir lo mismo de siempre, sin asumir la derrota, sin hacer propósito de enmienda y tratando de olvidar y negar el momento en el que ha sido escandalosamente desenmascarado. Se pone entonces a tirar de cinismo, a fingir que no recuerda sus peores momentos, y en ese momento sus respuestas son la definición exacta del paroxismo.
Al final, no tuve paciencia para esperar un vídeo que era evidente que no existía y por eso publiqué yo el mío. Éste es el vídeo de Super Mario de principio a fin, que es el único que vais a poder ver en este desafío.
SuperMarioBros754750byBAT from Juan Cobos on Vimeo.
Y el asunto de lo mucho que sabía este troll de Super Mario Bros acaba aquí, y de esta manera.
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