Siempre es conveniente, y nunca está de más, tener aviso y referencia de lo adverso o desagradable que cualquiera de nosotros podamos encontrar en nuestro día a día.
El contrapunto a todo lo positivo que internet nos ofrece, aparece en una de sus formas como trolls. Esta fauna, particularmente afectada por graves trastornos, complejos, fobias y prejuicios, que utilizan la red como válvula de escape a su radicalismo; y abacan volcando, siempre de manera injusta sobre el primero que se cruza en su camino, todo el odio que inexplicablemente acumulan dentro de sí mismos.
El troll no tiene categorías, porque en sí todos comparten exactamente el mismo modus operandi. Lo que sí puede cambiar es el grado de surrealismo en el que se adentra. Es por ello que he querido seleccionar al más pasado de rosca de todos los que me he ido encontrando. Este troll está actualmente activo, os lo podeis encontrar si teneis costumbre de navegar por foros de videojuegos, de juguetes e incluso de política. Y me he decidido a denunciar aquí todas sus miserias como una acto de servicio público; para que quien se lo tope y se encuentre atrapado en su delirio, cuando decida buscar pistas sobre un sujeto de estas características, encuentre aquí una base de datos, y las claves precisas que le lleven a comprender a personajes tan peculiares como este.
Lo que vais a leer en este blog os sirve como medida para todos los trolls, pero si temeis o sospechais encontraros con éste en concreto, os diré que se hace llamar Sorrimus. Se muestra principalmente como aficionado a los Transformers y en menor medida de G.I. Joe. Este punto y las constantes alusiones a Los Simpsons es lo único realmente verificable que pudiera corresponderse con la falsa apariencia que se ha fabricado para internet.
Un Caso Clínico Grave El contrapunto a todo lo positivo que internet nos ofrece, aparece en una de sus formas como trolls. Esta fauna, particularmente afectada por graves trastornos, complejos, fobias y prejuicios, que utilizan la red como válvula de escape a su radicalismo; y abacan volcando, siempre de manera injusta sobre el primero que se cruza en su camino, todo el odio que inexplicablemente acumulan dentro de sí mismos.
El troll no tiene categorías, porque en sí todos comparten exactamente el mismo modus operandi. Lo que sí puede cambiar es el grado de surrealismo en el que se adentra. Es por ello que he querido seleccionar al más pasado de rosca de todos los que me he ido encontrando. Este troll está actualmente activo, os lo podeis encontrar si teneis costumbre de navegar por foros de videojuegos, de juguetes e incluso de política. Y me he decidido a denunciar aquí todas sus miserias como una acto de servicio público; para que quien se lo tope y se encuentre atrapado en su delirio, cuando decida buscar pistas sobre un sujeto de estas características, encuentre aquí una base de datos, y las claves precisas que le lleven a comprender a personajes tan peculiares como este.
Lo que vais a leer en este blog os sirve como medida para todos los trolls, pero si temeis o sospechais encontraros con éste en concreto, os diré que se hace llamar Sorrimus. Se muestra principalmente como aficionado a los Transformers y en menor medida de G.I. Joe. Este punto y las constantes alusiones a Los Simpsons es lo único realmente verificable que pudiera corresponderse con la falsa apariencia que se ha fabricado para internet.
El origen de este personaje es un fatal accidente de tráfico, que lo convierte en una criatura lisiada física e intelectualmente. A partir de ese día, se obsesiona con lo que ya sabe que nunca llegará a ser, y poco después cuando adquiere un ordenador para conectarse a internet en 2005, lo convierte en la vía para ser el yo imaginario a través de la red, confiándose en que desde el otro lado del teclado permanece oculto y puede fingir que es lo que más desea, consultando en Google improvisadamente lo que no sepa para quedar como experto en todos los temas posibles.
Así llega a Meristation, donde sigue los pasos de todo novato que no tiene nada que decir; convertirse en fanático de Nintendo, para adquirir así un discurso de manera instantánea. El problema es que tiene tanto deseo de hacerse notar que fuerza la rosca hasta unos extremos absolutamete disparatados. No es el fanático con el doble rasero habitual, cuyo fin último es la justificación de su propia compra. Éste sufre la fe del converso y va mucho más allá, su grado de hipérbole es directamente proporcional al miedo a que descubran que realmente no sabe nada del tema. Tanto, que resulta evidente que no se cree ni a sí mismo.
He reagrupado en un collage lo que creo que ilustra perfectamente los orígenes virtuales del personaje. En todo momento tendreis la impresión de estar leyendo algo así como el diario del malo de un thriller.
Había pensado en acompañar con algunos comentarios sobre lo que dice, pero resulta todo tan sórdido y se retrata de una forma tan elocuente a sí mismo, que creo que no necesita que se añada nada más.
Eso sí, conviene destacar que algunos de los aspectos de su blog, que leyéndolos te pueden parecer bastante normales y que incluso podría compartir cualquiera de nosotros, aparecen reseñados porque con el tiempo se va a contradecir completamente.
Al final, en muchos aspectos, como un moderno Jekyll y Hyde, va a acabar siendo lo contrario en internet de lo que hace y piensa su yo real.
Insisto. Es como leer una novela negra. No tiene desperdicio... y aún así es 100% real.
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